No es que cante todos los días
la misma milonga,
no.
Lo que se repite es la pena
uno la trata de gritar,
y suena todos los días la misma.
-
¡Hasta le compraste un chocolate
y ni así fue capaz
de darte un beso como la gente!
(¿un consuelo estúpido?
ni a vos,
ni a nadie.)
-
"Los puñales
por la espalda,
tan profundos"
duelen,
hacen mal.
(¿escuchaste eso de la relación costo-beneficio?)
-
Es cierto
que los días que son tristes,
tienen que terminar tristes.
Es cierto que soy una persona triste.
-
Y la pena, da pena.
domingo, 9 de septiembre de 2012
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