domingo, 9 de septiembre de 2012

No es que cante todos los días
la misma milonga,
no.
Lo que se repite es la pena
uno la trata de gritar,
y suena todos los días la misma.

-

¡Hasta le compraste un chocolate
y ni así fue capaz
de darte un beso como la gente!

(¿un consuelo estúpido?
ni a vos,
ni a nadie.)

-

"Los puñales
por la espalda,
tan profundos"

duelen,
hacen mal.

(¿escuchaste eso de la relación costo-beneficio?)

-

Es cierto
que los días que son tristes,
tienen que terminar tristes.

Es cierto que soy una persona triste.

-

Y la pena, da pena.

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