martes, 30 de octubre de 2012

Hombre sobrio y cuerdo
¿Quién te crees para estar
tirado al pie de mi portal?

No, melancolía
ni aunque tengas una calle con tu nombre
no hay puertas.

Perro sucio y abandonado,
¿Qué será de ti en las inmensidades
del océano que elijas?

Moscas de la sopa,
julios desiguales,
dejen de correr los mediodías, que los vasos

de tan vacíos
al revés
se ven repletos.

¿Qué dicen de mí?

Porque querer, yo quiero.

Ser una chica ambigua.

Silenciosa,
porvenir de la casa
en donde se grita.


sábado, 27 de octubre de 2012

"Pidiendo para entrar
y en el apuro está lloviendo"

Yo sé que está esperando;
veo sus piernas,
su reflejo,
quizás esos de ahí sean sus labios.

Y ya no sé qué idioma
es el que hablan
alrededor,

y ya no sé realmente
en qué país
quiero estar

Pero no me siento bien

y sé que soy feliz.

(¿Hacia dónde se fue el viento?)

martes, 23 de octubre de 2012

Completa y
voluntariamente
sola.

domingo, 21 de octubre de 2012

(y también debería acotar un irónico "gracias"

a la gente que amo

por no necesitarme)

-¿Qué te pasa?

-Nada, ¿por?

-Estás triste

-No...quisiera saber qué pensás.
Sabés, como dije, sigo prefiriendo el verde
y siguen los gatos, y sigue la lógica
y ahora hay un delineador.
Y sigue Charly, y sigue Fito,
y Juan Carlos y Luis Alberto.
Y están Jorge, Lisandro y Kevin,
y una guitarra que ahora va en serio.
Ese nombre sigue siendo repetido,
las palabras manoseadas,
gente que refleja y que no vas a conocer.
Los helados, el teatro y el cine
aumentaron
las vueltas al Sol,
vino el tiempo,
cada vez más rápido,
a darnos
un
respiro.

Gracias.
Esa noche,
del otro día,
me hizo bien pasarla con vos.

Que estrangularas mis miedos,
las imágenes de terror,
que me ahogases el llanto.

Que me obligases a dormir
a creer
y a vivir.

Yo te sigo
diciendo gracias frescas,
con todo lo que eso significa.

sábado, 20 de octubre de 2012

Ya no hay más que hacer.
Ustedes dirán.
(todos los demás)

jueves, 18 de octubre de 2012

Si quisiera suicidarme
me comería las uñas
hasta desaparecer.

Si quisiera quedarme ciega
olería las flores, por más dudoso que suene,
hasta pegarme todos los ojos.

Si quisiera enmudecer
callaría todas las muertes, las aplastaría de silencio
hasta sobrevivirlas.

Sí, quiero.
A pesar de todo,
señoras y señores,
el único gran interrogante es:

¿Por qué
no se me permite
desaparecer?
Yo quiero ser amapola
y cantar a los colores
con mis colores,
nacer vivir morir en el verde,
protagonizar un poema
e ilustrarlo.
Decorar una sonrisa,
un cuaderno,
un sueño.

Todo eso como amapola.

Yo quiero que mis manos
no sean manos, sean hojas
no filosas, no.

Yo quiero vivir del Sol.

Yo quiero ser amapola,
quisiera ser sólamente amapola,
y no estos cuchillos.

miércoles, 17 de octubre de 2012

-Esta...esta es tu mano.

-Sí, ya sé.

(y navegar, y navegar, y navegar)
Todos serán más hermosos
harán las cosas mejores que yo.
Se destacarán en sus actividades,
serán constantes
y perseverantes.
Probablemente, también
sientan más profundo.

¿yo?
yo soy un cuerpo manchado
que se sale con el agua.

martes, 16 de octubre de 2012

Con estas manos horribles,
este amor enfermo,

y todo lo que no crece (y tiene que crecer)
y todo lo que crece (y no tiene que hacerlo)

¿qué?
Las veces que callaste;
maderas secas, colores fríos
las uñas y el pelo que ya no crecerán
el señor en la calle
tu nombre y tu apellido.

Las vueltas de las agujas,
los giros de la Tierra
en torno a un Sol negro,
el sol negro,
la oscuridad.

Podés convertirte en todo lo que pesa;
en las noches sin luz,
en la ausencia de tu hermano
su nombre y tu apellido,
el vacío que te llena.
Podés elegir callarte.


(a los testigos silentes)

lunes, 15 de octubre de 2012

Que mejor no al conocimiento,
que las bicicletas
dejaron de ser inofensivas.

Que el sueño borracho,
la intolerancia,
la satisfactoria soledad.

Un ojo del tamaño de una
pestaña
girando sobre su propio eje
en el agua.

A mí me gusta recolectar gente
mostrarles un color
y un espejo de sus alas.

Supe que quienes se transformaron
en espejos
perdieron su reflejo.

Quien no tiene reflejo,
no es más que su propia
negación

y la próxima
víctima
de las langostas.
los gatos, la cerámica

las mujeres perturbadas

el resaltador sobre las fechas de octubre.



Hoy,
los movimientos suaves de sus manos,
la expresión apacible de los viejos
las lenguas tobas.
Sus dedos gráciles al peinarse,
cuando come,
lavando la ropa.

Ella,
riega sus cactus
y habla
con silencio.

Él,
esquiva las cosas tiradas en el cuarto;
entre ellas,
su mujer.

Después,
la estación,
los horarios
y el espacio entre los dos.

martes, 9 de octubre de 2012

Ámbar Violeta

Rayos de sol a la hora del Sol
ella estaba en cualquiera, cualquier estación
esperando una fatalidad o un llamado del cielo.

Siente un mareo de baja presión,
por lo menos le queda ese poco de humor
¿Para qué? Si uno pasa buscando y perdiendo certezas.

Sólo cuando se va, sólo cuando no está en esto, amor
le hace bien meterse en su laberinto carroussel.

Nada está aquí ni mejor ni peor,
solamente sus ojos cambian de color:
a una hora del día se tiñen de un ámbar violeta.

Nadie lo sabe ni nadie la vio
ahora tiene un gran cuerno bajo el corazón
y se escapa de todos los hombres que quieren tenerla.

Sólo cuando se va, sólo cuando no está en esto, amor
le hace bien meterse en su laberinto carroussel.

.Fito Páez.
Podrán hacer películas conmovedoras
sobre unos locos aprendiendo
a trabajar como cuerdos.

Podrán hacer canciones inolvidables
sobre el desgaste de estar echando
margaritas a los cerdos.

Podrán hacer novelas espeluznantes
sobre gente que está editando
las memorias de los muertos.

Pero nunca encontrarán la forma de representar
el paso del tiempo

siendo fieles a las hojas de cuchillos que se sienten
al ver que las alas

no se regeneran.

domingo, 7 de octubre de 2012

Hasta muerta eras tan hermosa.
(el rojo siempre te quedó bien)
Todo tan triste, tan solo, tan quieto.
¿Cómo decirlo sin volver a las frases hechas,
sin redundar(me)?
¿Cómo escapar de los viejos recursos?
Es la tristeza perenne, eterna,
inherente a todos los seres humanos.
La que el tiempo afila
haciendo que corte
cada vez más.
¿Cómo escribir sin convocar a la tristeza?
¿Cómo explicarla, (si se repite)
sin redundar?
Yo que no sé comparaciones
ni analogías.
Yo que escribo
para moverme
y no ser tan piedra.
¿Cómo me nombro,
y a la tristeza,
sin redundar?