En el centro el firme tronco
soberano
impenetrable.
A su alrededor, las ramas
descontroladas
adherentes.
Imagínense una persona así:
llega a todos lados
sinuosa
creciente.
Pero su interior es encriptado
misterioso
implosivo.
Sus ramas se pegan para siempre
en cualquier pared
cada vez más.
Pero nadie puede tocar el tronco:
sus raíces
lejanas.
El secreto, sin embargo, es el cuidado.
Descubrí la fragilidad de la piedra.
El secreto es ir despacio.
Este me llegó
ResponderEliminarhasta las raices.
Pocas cosas
pocas cosas.
Te quiero primera escolta.
ge-nia.
Brubru