viernes, 9 de marzo de 2012

Los bares se llenan de culpables
que se incendian con cigarrillos
que justificamos sinrazón.

Los árboles matan colibríes
que se vuelven alas
que nunca se van.

Entonces por las noches,

cuando
llueven todas las penas
los cigarrillos
y las culpas,

cuando
las ramas envuelven al ave
las alas envuelven al árbol
y se abrazan,

es la única paz que existe.

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