miércoles, 22 de diciembre de 2010

no tengo a quién dirigir mis gritos de súplica
quien me devuelva la sonrisa
quien recorra mi cintura

y pensar que antes tenía

antes tenía

no tengo a nadie donde pasar la noche

4 comentarios:

  1. a veces necesitamos no tener a esa persona para aprender a valernos por nosotros mismos y a sonreír por uno y no por esa sonrisa que uno quiere de respuesta.
    saludos!

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  2. Una vez, la amiga de una amiga (en otras palabras, una desconocida) me dijo con voz de maestro Yoda: tu felicidad no tiene que depender de la presencia de un otro.
    En el momento la odié y en mi mente perversa la empalé à la Vlad Tepes. Hoy (en particular, al leerte), entiendo lo que me dijo de otra manera y le pido disculpas por la tortura ficticia.

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  3. creo que las dos tienen razón...

    cuesta cuesta

    aceptar esa verdad tan dolorrorosa

    mannequin, gracias por sus sabias palabras

    siciliana, veo que ésto nos sirvió un poco a cada una, me alegro!

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