Serán tus anteojos negros
que te protegen del Sol
y de la hermosura
de la tenue línea
de los perros que duermen en la calle.
Será tu reloj de marca
que te asegura la puntualidad
el que te impide
la memoria
de llegar a tiempo al atardecer.
Atate el abrigo sobre los hombros
no vaya a ser que se vuele,
no vaya a ser que vueles.
jueves, 26 de julio de 2012
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