Era anoche que miraba
todas las casas
desde la ventanilla del colectivo.
Vi todas las casas
y quise habitarlas
y, a la vez, desconocerlas.
Hoy ya estoy ciega y soy nada
desvaneciéndome en lo patético
de ser aplastada por un vacío.
jueves, 15 de agosto de 2013
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