domingo, 2 de junio de 2013

a veces miro el espejo
y me sorprendo sonriendo
contenta de verme
contenta
pero estas otras veces
soy tan sólo la vergüenza
que no me deja
reconocerme
y entonces escupo el asco
y sale sangre de mi boca
y esa sangre
sé muy bien
que no es más que mi presente
un pedazo de presente
que se vence
cortajeado
por su propio peso
(ya no puede
soportarse)
y pienso entonces, inevitablemente
en la gente triste
en las personas pena
y como no tengo familia
me uno a ellas
para ser
una huérfana también
y voy al baño,
y al espejo,
y al cuaderno,
y a tratar de hacer carne mi pena
sabiendo que no,
que no existe la carne
la carne es sólo de carne
la carne no tiene reflejo
no puedo escribir micarne,
no puedo escribir mi pena;
la pena puede ser carne
pero la carne no puede ser pena
(la carne es sólo de carne):
la pena puede ser carne
-puede entrar,
pero no salir-.

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