miércoles, 25 de abril de 2012

Tendrías que verme ahora,
con mi delineador azul y mi pelo largo, suelto,
pasando los hombros.
(sigo con la idea de raparme)

Pensarías que no soy la misma:
tengo dos perforaciones nuevas en la oreja
que, sin embargo, están sangrando.
(sigo arrancándome las cascaritas)

Dirías que me ves bien,
dirías que estás bien
-no sabría si mentís-.
(sigo preocupándome por vos)

Mirarías como al principio
todo sería verde alrededor
y adentro nuestro.
(sigo prefiriendo ese color)

Sonreirías con lástima propia,
me golpearías con tu despedida monosilábica.
Ya ves, no es que haya cambiado todo.
(sigo queriendo-te-)

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