¿Cómo te grito, sin aturdirte,
que el lenguaje silencioso me está ahogando?
A tí, que tanto estás del otro lado,
que te confundo conmigo.
¿Cómo te explico, sin preocuparte,
que trepan pozos negros desde mi pecho?
Que me abandona un momento el aire
y la luz; que todo es negro.
¿Cómo te lloro, sin enfermarte,
que los días son más cortos que las noches?
Que entre diecinueve y quinientas la diferencia
es la nula eternidad.
Yo no quiero volver
al día por el día,
al sin vos conmigo.
(yo no quiero contigo ni sin ti)
Yo no quiero volver
con la frente marchita
al exceso de sufrimiento
exceso de noche y de silencio.
Yo quiero decir
acerca del agua,
acerca del azul creado por los ojos,
acerca del barco que partió del mundo,
que no es que no te esté necesitando.
domingo, 8 de abril de 2012
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