Un nuevo año es, como bien lo sabemos, un nuevo comienzo. Pero en realidad, para nosotros significa empezar a reconstruir. Habrá que llevar a cabo aquellas acciones que creemos compensarán aquellas otras de las que nos arrepentimos. Habrá que hacer lo posible para enmendar los errores ya cometidos, para justificar las palabras que dejamos escurrir y los ojos que no nos tapamos. Habrá que caminar hacia el frente, tratando de acortar la cola de reproches que dejamos crecer durante el año que termina, para dar lugar a una nueva que crecerá durante el año entrante.
Tenemos que estar limpios de pecado, para poder cometer los nuevos que darán propósito a nuestra vida en un próximo año por venir, y así sucesivamente.
Feliz año nuevo.
viernes, 1 de enero de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario